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El apetito de China por las medusas podría privar a las tortugas de su alimento en Canadá

Mientras el gobierno de Nueva Escocia, en la costa atlántica de Canadá, explora el potencial de una pesquería comercial de medusas para saciar el voraz mercado chino, algunos grupos ambientalistas están haciendo sonar la alarma sobre la idea.

La organización Canadian Sea Turtle Network teme las repercusiones de una potencial pesquería de medusas en la tortuga laúd en peligro de extinción.

Cientos de tortugas protegidas a nivel federal pasan entre junio y octubre por aguas frente la costa atlántica de Canadá para alimentarse diariamente de medusas el equivalente en kg a su propio peso.

“Lo que necesitamos que entiendan es que las tortugas están aquí, que somos un espacio críticamente importante para estos animales y que nuestro deber es conservarlas y tener una legislación federal que las apoye,” decía la directora ejecutiva Kathleen Martin de la organización.

El aviso de que los chinos están interesados en las medusas vino de Scott Hoskings, director de desarrollo empresarial del Departamento de Pesca y Acuicultura de Nueva Escocia.

“A los chinos ya no les quedan medusas, de manera que ahora ven en nosotros una posibilidad,” decía.

Eso hizo sonar las alarmas para Martin y la Canadian Sea Turtle Network.

“China es un enorme mercado. La idea de que hayan agotado sus fuentes y que ahora tengan que buscar otros lugares debería ser escalofriante para nosotros. No es sostenible. Si lo fuera, no buscarían por aquí.”

En Canadá, la tortuga laúd, que puede medir 1,5 metros y pesar un promedio de 400 kg, está clasificada como en peligro y goza de protecciones que impiden la matanza y lesión de los animales así como el daño a su hábitat.

Se cree que en torno a unas 1.000 tortugas visitan el Atlántico canadiense cada año, viajando miles de kilómetros desde Sudamérica y Centroamérica y el Caribe.

El Departamento federal de Pesca y Océanos es responsable tanto de aprobar y regular cualquier nueva pesquería comercial como de proteger la tortuga laúd.

Hoskings dice que la provincia está intentando determinar cuántas medusas hay frente a la costa y si las variedades se ajustan al mercado chino.

En los últimos años varias compañías chinas han comprado varias plantas procesadoras y el país es actualmente el segundo mayor consumidor de langosta de Nueva Escocia.

La ambientalista Susanna Fuller, de Ecology Action Center con sede en Halifax, predice que el mercado asiático extraerá la mayoría del pescado y marisco que produce la región.

“Cuando empezamos a pescar medusas es que hemos llegado al final de la cadena alimentaria,” decía.

“Creo que antes de que ocurra cualquier debate y empiece a desarrollarse una nueva pesquería, necesitamos accionar el interruptor en Canadá y tener un enfoque de ecosistema para la gestión pesquera que tenga en cuenta qué necesitan el océanos para seguir prosperando.”

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