Ocean Sentry
Una investigación sobre la salud bucal de las orcas cautivas está generando graves preocupaciones sobre la salud y bienestar de estas majestuosas criaturas. Por aburrimiento y frustración, muchas de las orcas recurren a masticar el cemento y las superficies de acero de las piscinas, provocando un desgaste que desencadena más problemas.
Un equipo internacional de investigadores ha finalizado la primera investigación detallada de la salud dental de las orcas cautivas, hallando daños en todas las orcas estudiadas. Es la primera vez que un estudio cuantitativo ha evaluado el estado de salud de los dientes individuales. Gran parte de este deterioro observado había sido autoinfligido, una consecuencia probable del cautiverio al que están sometidos estos animales. En el nuevo artículo, publicado esta semana en Archives of Oral Biology, los investigadores documentaron dos tipos de lesiones en los dientes.
“Primero, las orcas “mastican” el cemento y el acero de sus piscinas,” dice el Dr. Jeffrey Ventre, ex adiestrador del parque Sea World y coautor del nuevo estudio.
“Es una esterotipia, un comportamiento neurótico consecuencia del aburrimiento y tal vez como forma para aliviar la ansiedad.”
Ventre dice que este comportamiento también se ve en tigres que caminan de un lado a otro de sus pequeñas celdas en zoológicos. Tal como indica el nuevo estudio, más del 65 por ciento de las orcas estudiadas exhibían desgaste dental entre moderado y extremo en sus mandíbulas inferiores, la mayoría como resultado de este comportamiento.
“En segundo lugar, otro mecanismo que causa fractura del diente,” dice. “Es un episodio muy grave que ocurre en segundos (no a lo largo de la vida del animal). Ocurre cuando las orcas cautivas exhiben “muestras de amenaza” entre ellas, normalmente cuando se disputan el dominio. Las orcas hacen chasquidos con sus mandíbulas entre ellas, normalmente cuando las separa una puerta de acero.”
A menudo muerden muerden las barras, dice Ventre, provocando una dolorosa fractura en los dientes.
“Personalmente he encontrado trozos de dientes en el fondo del estadio de Shamu en Orlando,” dice.
Ventre, junto con su colaborador John Jett, de la Universidad Stetson, trabajaron con orcas cautivas en SeaWorld de Florida y ambos observaron este comportamiento destructivo de primera mano.
Para comprender la magnitud del problema, Ventre y Jett investigaron 29 orcas cautivas propiedad de SeaWorld Entertainment Corporation, que mantiene orcas en Estados Unidos y España.
Usando fotos de alta resolución, los investigadores evaluaron el desgaste de los dientes individuales de las orcas cautivas, examinando fracturas, perforaciones y otras señales de mala salud dental. En total se tomaron 318 fotos de sitios públicos en cuatro instalaciones entre 2013 y 2015 cuando la boca de una orca quedaba expuesta. Cada animal fue identificado por un examinador experimentado y confirmado por otro, escriben los investigadores en su estudio.
En todas las orcas estudiadas se observó daño dental, que empezaba temprano en la vida de la orca cautiva. Casi la mitad exhibía desgaste coronal moderado, es decir, daño en la punta de los dientes, mientras que un cuarto exhibía un desgaste entre “importante” y “extremo”.
Pero esto solo es una parte de la historia. En torno al 60 por ciento de las orcas estudiadas soportaron un procedimiento dental conocido como “pulpotomías modificada”, donde se perfora un agujero en el diente para extraer el tejido blando. El proceso se lleva a cabo porque, una vez los dientes se desgastan hasta el punto que el tejido blando queda expuesto, hay un mayor riesgo de que se forme un absceso en la mandíbula, llegando a ser mortal.
Pero a diferencia de los procedimientos dentales que se realizan en humanos, el agujero perforado no se rellena o tapa, sino que se deja abierto durante toda la vida del animal. Esto requiere que diariamente se tengan que purgar con químicos para mantener limpios los dientes de restos de alimento y bacterias para evitar infecciones.
“En uno de los dos documentos anexados en nuestro estudio se describe una pulpotomía,” dice Ventre. “Perforaron los dientes de la orca Ike para evitar que la infección de dos dientes se propagara por todo el cuerpo pudiendo matar a la orca.”
Los dientes perforados de esta forma se ven debilitados gravemente y es probable que cualquier trauma subsiguiente haga que se rompan.
Para los investigadores, el principal aporte del nuevo estudio está claro: las orcas no son candidatos para el cautiverio. Y eso no es todo.
“Gestores y propietarios de parques marinos deberían publicar inmediatamente los registros de la salud dental y del animal para que zoos y centros de investigación puedan estar mejor informados sobre las causas y consecuencias de las patologías dentales en las orcas cautivas,” dice Jett. “Nuestro informe es revelador y no es algo que la industria de parques temáticos pueda ignorar, porque la prueba está aquí para que la gente la vea por sí misma.”
Los investigadores también sospechan que dos de los principales protagonistas de la película Blackfish, Tilikum y Kasatka, murieron prematuramente debido, en parte, a una neumonía resistente a los antibióticos causada por años de terapia con antibióticos crónicos que debilitaron su sistema inmunológico y también creó “superbacterias” resistentes al tratamiento.
“SeaWorld afirmó que ambas orcas fueron tratadas durante años. Al final, ningún medicamento logró curar las enfermedades,” dice Ventre. “Como doctor, estoy seguro de que la patología en los dientes de las orcas provoca la muerte prematura en las orcas de SeaWorld. Se necesita investigar más sobre el tema de la patología dental en mamíferos cautivos en instalaciones zoológicas.”
Ventre dice que el estudio no hubiera sido posible sin el investigador de orcas salvajes John Ford, quien proporcionó el equipo con escalas del 0 al 4 para medir la salud dental de las orcas.
Ford estudia los dientes de las orcas salvajes, de las que hay tres variedades principales: residentes (orcas costeras que subsisten principalmente de pescado), transitorias (orcas costeras que se alimentan de mamíferos marinos) y de mar adentro (orcas de aguas profundas que se alimentan de cardúmenes de peces). En general, la salud dental de las orcas salvajes es mucho mejor que la de las orcas cautivas, dice Ventre, y el mecanismo de desgaste es lento. Pero en cautividad, los investigadores dicen que los problemas dentales fueron vistos en animales jóvenes e incluso en crías.
En términos de lo que debería hacerse, Ventre dice que los parques marinos deberían considerar eliminar gradualmente el cautiverio y dejar de capturar orcas para el entretenimiento humano.
“A pesar de lo que dice SeaWorld de que sus orcas están perfectamente, estos datos revelan claramente todo lo contrario. El dolor dental es muy doloroso. De todas las especies no adecuadas para el cautiverio, las orcas son las primeras de la lista, junto con los elefantes. Los tamaños de sus celdas son pequeños,” dice. “Entre tanto, las compañías deberían rediseñar las rejas de acero de las piscinas a un estilo de malla.”
Actualmente SeaWorld ha dejado de reproducir a sus orcas y ya no realiza espectáculos con ellas, pero este proceso puede tardar años. Las orcas pueden vivir muchas décadas y, tal como ha demostrado este estudio, el peligro que pueden correr sus dientes convierte a las orcas en candidatas para ser liberadas a su estado silvestre.
