Mientras miles de personas salían desesperadamente de Florida a medida que se aproximaba el huracán Irma, varios animales en cautividad en las instalaciones del acuario quedaron a merced de la tormenta.
Durante el huracán Irma, que azotó el sur de Florida el 10 de septiembre, murieron siete cocodrilos del Nilo – uno de los animales más resistentes de la naturaleza. Ahora, Ceta-Base, una organización que registra la compra y muerte de mamíferos marinos en cautividad, ha revelado que entre las víctimas también se halla una pareja de mamíferos marinos del parque.
Según Ceta-Base, durante los estragos del huracán, murieron los delfines mulares Noel de 31 años y su hija Rioux de 14.
Se sabe que los delfines en estado silvestre nadan hacia aguas más profundas y seguras antes de que una tormenta desate toda su fuerza. Expertos en cuidado animal dicen que Rioux y Noel no pudieron refugiarse estando encerrados y que el Seaquarium no hizo lo suficiente para asegurar la supervivencia de ambos animales durante la tormenta.
El Miami Seaquarium dice que las muertes no están relacionadas con el huracán Irma. En una declaración al periódico The New Times, decía:
“El Miami Seaquarium lamenta la muerte de dos delfines mulares del Atlántico durante el mes de septiembre. La muerte de los dos delfines no fue causada ni estuvo relacionada con el huracán Irma.
Rioux, una hembra de delfín mular del Atlántico de 14 años, murió debido a una bronconeumonía como resultado de una infección respiratoria. Llevaba más de diez días luchando contra la infección y recibiendo tratamiento. Noel, un macho de delfín mular del Atlántico de 31 años, murió súbitamente debido a una infección sistémica como resultado de una reacción anafiláctica. La necropsia reveló que la causa probable de la muerte se debió a la picadura de una abeja. Ambos delfines habían nacido en el parque y formaban parte de la familia del Miami Seaquarium. Los echaremos de menos y siempre serán recordados.”
Sin embargo, los expertos en mamíferos marinos dicen que el momento en que ocurrieron las hechos es sospechoso y apuntan a que los delfines en estado silvestre raramente sufren picaduras de abeja, lo que convierte la muerte de Noel en una consecuencia de su cautiverio.
“Estar a merced de las fuertes tormentas y huracanes, con precarios planes de contingencia y emergencia bien planificados para protegerlos, es solo una razón más del porqué las orcas y los delfines no deben estar en cautividad en primer lugar,” dice la Dra. Naomi Rose, científica experta en mamíferos marinos del Instituto para el Bienestar Animal (AWI) en Washington D.C.
El Seaquarium no había comunicado con anterioridad la muerte de ambos delfines, únicamente confirmó la muerte de los cocodrilos. Según informa, sus muertes se atribuyeron a la “manipulación, transporte y reubicación” de los animales a otro recinto.
Los defensores de los animales han dicho que estas condiciones fueron provocadas por el huracán Irma. Dado que tanto Rioux como Noel murieron de infecciones, Rose dice que “es muy probable” que el agua sucia contaminada causada por la tormenta o exacerbada por ella contribuyera a las muertes.
Wendy King, activista local por los derechos de los animales quien acude regularmente a protestas contra el cautiverio frente al parque marino, afirma que la instalación no es segura para los animales en caso de huracanes.
“Partes de su recinto podrían caerles encima, el sistema de bombeo podría perder potencia, los empleados podrían perder acceso al recinto y los animales podrían morir de hambre”, dice. “En estado silvestre, nada de esto son factores de muerte porque los delfines pueden defenderse por sí solos.”
Las tormentas han sido históricamente peligrosas para los animales encerrados en el Seaquarium. Durante el huracán Andrew, cinco de los leones marinos del parque murieron quemados vivos tras tocar cables eléctricos. Además, varios de los tiburones del parque murieron después de los estragos provocados por el huracán en el sistema de bombeo de su recinto.