Ocean Sentry
No hay tregua para los delfines que pasan frente a la costa de Taiji siguiendo sus rutas migratorias. Hoy, una manada de delfines del Pacífico de lados blancos (Lagenorhynchus obliquidens) era conducida hacia el puerto de Taiji.
Aunque los delfines consiguieron escapar de los cazadores en varias ocasiones, los cazadores persistieron incansablemente en su persecución durante horas.
Dado que esta especie es muy solicitada por delfinarios y parques marinos, los cazadores no suelen conducir a los delfines de esta especie a la cala. Al igual que ocurre con los delfines listados (Stenella coeruleoalba), esta especie cae presa del pánico con facilidad cuando se ve acorralada en aguas poco profundas. Muchos delfines se precipitan contra las rocas intentando escapar, provocándose heridas sangrantes. Y un delfín herido no produce los mismos beneficios que uno sin cicatrices. Así pues, los cazadores han adoptado la práctica de cazarlos con redes en alta mar.
Muchos delfines de esta manada conseguían escapar en el transcurso de la batida, pero lamentablemente cuatro de ellos quedaban atrapados en las redes, sometidos al brutal proceso de captura. Tras ser manoseados e inspeccionados, los cuatro eran subidos a bordo de una de las embarcaciones y arrojados en un corral marino del puerto.
Los voluntarios sobre el terreno, los Cove Monitors, de la organización Dolphin Project, pudieron ser testigos claramente de la brutalidad de este proceso por las aletas caudales ensangrentadas de los delfines.
Hoy, estos cuatro delfines han perdido su libertad para siempre. Una vez sean adiestrados, parques marinos y delfinarios los comprarán y serán condenados a pasar su vida encerrados en pequeñas piscinas cloradas, recibiendo medicación diaria, comiendo pescado congelado y obligados a divertir a los humanos. Morirán a los pocos años, por depresión, infecciones pulmonares y otras afecciones propias del cautiverio y el trauma.
El cautiverio de delfines de la industria de los parques marinos y delfinarios se basa en la oferta y la demanda: cuando la demanda de delfines adiestrados aumenta, ya sea para realizar acrobacias en un delfinario o en programas de nadar con delfines, más crece el negocio de los cazadores de Taiji suministrando delfines a compradores de todo el mundo.
La solución es igualmente simple: cuando la gente deje de comprar entradas para asistir a un espectáculo con delfines, esta aberración de industria dejará de existir.
Podemos ser una voz para los que no la tienen, por favor clicka aquí para saber qué puedes hacer para ayudar a los delfines.
