Varios conservacionistas han condenado la reciente matanza de un manatí africano (Trichechus senegalensis) en el Estado del Delta, uno de los treinta y seis estados pertenecientes a la República Federal de Nigeria.
El manatí, conocido como vaca marina, es un mamífero marino considerado como una de las especies más amenazadas del mundo. Es uno de los mamíferos marinos menos comprendidos del mundo y uno de los grandes mamíferos menos estudiados de África. Son los conoce por vivir en aguas dulces, así como en las costas de África, Nigeria y la República del Congo.
Según se informa, varios aldeanos cazaron el manatí en Sapele hace aproximadamente una semana, lo descuartizaron y se repartieron los trozos entre ellos.
Un usuario de Twitter, Amama Benedict, publicó en las redes sociales las fotos del momento en que el animal fue cazado y después de ser descuartizado.
Según el usuario, publicó las fotos para provocar el interés de la gente y probablemente encender un debate sobre porqué estuvo mal matar al animal.
Edem Eniang, conservacionista en Nigeria, describía la matanza del manatí como de gran pérdida y una vergüenza para Nigeria.
Eniang, profesor sénior y especialista en Gestión de la Vida Silvestre y Recursos Naturales de la Universidad Uyo, en el estado de Akwa Ibom, dice que era conocedor del incidente y que ha notificado a otros expertos interesados de todo el mundo.
“No es algo que solo ocurra en Sapele; solo en el estado de Lagos han sido masacrados tres manatís desde diciembre” decía.
También está la historia de una ballena joven que embarrancó viva en el estado de Ondo. Lo único que hicieron los nigerianos fue subirse sobre el mamífero y hacerse fotos con ella para publicarlas en las redes sociales.
“Luego empezaron a descuartizarla cuando la ballena todavía respiraba.”
“Y lo más doloroso, a parte de la matanza del manatí y de la ballena, es que si lees los comentarios de la gente, verás que lamentablemente el 70 por ciento o más de la población de Nigeria es una analfabeta en lo que a conservación se refiere,” dice Eniang.
Eniang ha apelado a los medios de comunicación nigerianos a que le ayuden a informar a la gente sobre la importancia de la conservación.
Clement Ebin, hasta ahora Director General del Parque Nacional Cross River y Presidente del Centro de Preservación de la Biodiversidad (BPC) de Nigeria, decía que el incidente en Sapele ha dido un “triste acontecimiento” para Nigeria.
Ebin, defensor de la protección del bosque tropical de Nigeria, decía que la matanza del manatí dice mucho de la actitud de la gente hacia los bosques tropicales.
“Nigeria ha sido muy insensible sobre la forma en que maneja el bosque tropical. El bosque tropical es un ecosistema endémico. La mayoría de las especies que están desapareciendo en el mundo se hallan en los bosques tropicales. Pero aquí estamos, talando árboles para hacer madera, quemando los bosques, envenenando los arroyos con productos químicos y destruyendo todo lo que vive,” dice.
El manatí, dice, es un animal inofensivo.
“Todo lo que hagas de forma insostenible no puede durar. Si hoy tienes dinero, da igual los miles de millones que tengas, y todo lo que haces es gastártelos cada día, llegará un día que se acabarán.”
Se dice que el manatí africano existe en 21 países de Africa y se cree que se está cazando intensamente, aunque nadie sabe cuántos se masacran al año.
Nigeria ocupa el lugar de los países donde la caza de manatí se considera la peor en toda África.
El nivel de amenazas, en particular la caza y la captura accidental, sigue aumentando en todo su rango, con tasas localmente elevadas y cerca de la extinción local en algunas regiones. Se prevé que, debido a la falta de proteína y la continuada pobreza de la población humana, así como un cumplimiento deficiente de las leyes nacionales, los niveles de caza ilegal aumenten. La destrucción de las áreas costeras debido al desarrollo, la tala de manglares, la sedimentación, las presas e incluso el uso de explosivos en los ríos están reduciendo su hábitat.
No hay estimaciones de la población en base a información cuantificada. Varios sondeos conducidos en 1986 y 2004 estimaron unos 750-800 manatís en Costa de Marfil. En 1999, un informe conducido por la Agencia de Medio Ambiente (ABE) estimó que la población en Benin, un país ubicado en el oeste de África, era de unos 125 individuos. Según la UICN, en estos momentos no hay estimaciones de la población para otros países africanos.
Los manatís son explotados por sus carne casi en cualquier lugar donde se hallan y en muchos países el resto del cuerpo se desecha. En determinados países como Nigeria, Togo y Costa de Marfil también los cazan por su piel, huesos y aceite para su uso en la medicina tradicional y rituales.
El manatí africano está considerado vulnerable (VU) en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ya que presenta una alta probabilidad de convertirse en una especie en peligro de extinción.