Ocean Sentry
En un periodo de solo dos semanas han sido halladas muertas seis ballenas francas del Atlántico Norte (4 machos y 2 hembras) en el Golfo de San Lorenzo, al este de Canadá, un devastador golpe para la recuperación de la especie cuya población es de tan solo unos 500 ejemplares.
Tres de las ballenas fueron arrastradas a orillas de las Islas del Príncipe Eduardo, donde los científicos practicaron una primera necropsia.
El tiempo es vital para determinar la causa de las muertes y evitar tal vez futuras muertes que podrían poner en peligro el futuro de estos gigantes marinos.
Tonya Wimmer, de la Marine Animal Response Society, dice: “Para una especie que está al borde de la extinción, cada individuo cuenta. Hemos confirmado seis muertes y es algo catastrófico para la población.”
“Este año, con seis muertes y solo cinco nacimientos, la población ha dado un paso atrás”, decía Laurie Murison, de la Estación de Investigación Grand Mann de Ballenas y Aves Marinas.
Como causa de las muertes se especula una posible colisión con embarcaciones, floraciones de algas tóxicas y enredos en los aparejos de pesca.
Según un comunicado, dos de las ballenas muestran evidencias de trauma contundente debido probablemente a una colisión con un barco, aunque es posible que el golpe ocurriera tras producirse la muerte, mientras que una tercera sufría un “enredo crónico”.
El informe preliminar señala que dado que las ballenas han estado en el agua durante mucho tiempo después de morir, algunas pruebas pueden haber desaparecido debido a la descomposición post mortem.
Esta mortandad sin precedentes representa en torno al 1 por ciento de la población.
Todavía no se ha decidido si las otras tres ballenas serán arrastradas a la orilla para ser examinadas.
Las ballenas francas del Atlántico Norte no se encuentran normalmente en el Golfo de San Lorenzo, por lo que los científicos especulan si el cambio climático puede haber modificado sus hábitos.
