Ocean Sentry
El domingo, un equipo de rescate del Servicio Nacional de Parques y Fauna Silvestre de Nueva Gales del Sur (NPWS), en Australia, logró desenredar a una ballena jorobada de los cabos y trampa para peces que arrastraba. Lamentablemente, la ballena embarrancó pocas horas después.
Neil Yates, de la unidad de rescate marino de Port Macquarie, en la costa norte de Nueva Gales del Sur, dice que el aparejo retirado fue identificado como procedente de Tasmania.
“Por lo visto la ballena estuvo enredada en el aparejo y cabos durante posiblemente un año,” dice. “No parece un enredo reciente y de ahí el precario estado de salud del animal.”
La migración anual hacia el sur de las ballenas jorobadas ya ha empezado – cuando las ballenas regresan de sus lugares de alimento en aguas cálidas al sur de Queensland, al oeste de Australia, para dirigirse a la Antártida, donde se alimentan de krill.”
La organización de rescate e investigación de cetáceos ORRCA ha asistido esta temporada a muchas ballenas enredadas en escombros marinos, incluidas boyas y cabos.
Shona Lorigan, vicepresidenta, señala que estos enredos suelen resultar fatales.
“Es un largo viaje el que llevan a cabo desde la Antártida a Queensland y de nuevo de Queensland a la Antártida,” dice.
“En realidad, no se alimentan aquí, puede que coman de forma oportunista a lo largo del camino, pero el grueso de la alimentación de una ballena jorobada está en la Antártida.
“En consecuencia, están gastando una enorme cantidad de energía por travesía.
“Y este viaje es mucho más duro si han de arrastrar aparejos de pesca encima, ya sea una trampa o todo un conjunto de boyas y flotadores,” añade.
El consejo de Port Macquarie-Hastings dijo que, tras una consulta con el NPWS y ORRCA, se tomó la decisión de enterrar el animal de 20 toneladas en un profundo agujero en la playa Nobby, en Queensland.
Fue la opción de último recurso tras el fracaso en los esfuerzos de conducirla mar adentro.
