Home / Noticias / Mamíferos Marinos / Avistada una tercera cría de ballena franca del Atlántico Norte

Avistada una tercera cría de ballena franca del Atlántico Norte

Un equipo de investigadores del estado de Florida ha observado frente a la costa norte de Florida la que es la tercera cría de ballena franca del Atlántico que nace esta temporada.

“Cada cría es un evento excitante,” dice Philip Hamilton, investigador científico del Centro Anderson Cabot para la Vida Marina del Acuario de Nueva Inglaterra.

“Esta población lleva mucho tiempo luchando por recuperarse y en los últimos años sus miembros han sufrido graves traumatismos y muertes. Los nacimientos son nuestra esperanza.”

La estación de cría empieza normalmente en diciembre y termina a finales de marzo, siendo enero y febrero los meses en los que se da el mayor número de alumbramientos.

La primera cría de esta temporada fue observada el 28 de diciembre en aguas entre Florida y Georgia y la segunda fue vista el pasado domingo.

Hamilton dice que la madre de este último alumbramiento, que los científicos llevan observando desde 1982, ha dado a luz hasta 8 crías en años anteriores. Conocida como 1204, esta madres ha demostrado ser una “supereproductora”.

Una hembra sana suele alumbrar cada tres años, explica. Pero en 2017, los científicos observaron que sus hembras estaban dando a luz a intervalos de 10. Esta tasa más lenta de producción ha sido preocupante, dado que la pequeña población solo incluye entre 90 y 100 hembras en edad reproductiva. Se desconoce cuánto viven las ballenas francas, pero las hembras no experimentan la menopausia y se cree que pueden seguir dando a luz hasta la edad de entre 60 y 70 años.

“Una de nuestras inquietudes con la falta o ralentización de la reproducción de estos animales es que no gozan de buena salud como para poder alumbrar,” explica.

En los últimos años se ha producido un cambio dramático en la disponibilidad de alimento, obligando a muchas ballenas a migrar de la Bahía de Fundy en verano al Golfo de San Lorenzo.

“Es muy probable que no estén encontrando alimento suficiente que les proporcione una condición física lo suficientemente buena que les permita mantener a una cría,” dice.

Señala que las lesiones que sufren estos mamíferos – desde colisiones con barcos a enredos en equipos de pesca – puede ralentizar o detener su reproducción.

“Ver que están dando a luz de nuevo significa que al menos varias de estas ballenas están lo suficientemente sanas como para poder reproducirse.”

En 2017 solo se observaron cinco crías, un notable descenso en comparación con anteriores años, cuando el número de crías observadas al año alcanzó entre las 15 y 20.

La ballena franca del Atlántico Norte es una de las tres poblaciones de ballena franca del mundo. Usa las aguas cálidas frente a la costa de Florida y Georgia como guarderías para sus crías, antes de migrar hacia el norte de la costa este en verano.

El pasado verano, Canadá aplicó nuevas medidas para intentar proteger a la especie, tras ser halladas muertas 12 ballenas en aguas canadiense en el transcurso de 2017, junto con otras 5 en aguas estadounidenses. La dramática situación, en una población de unos unos 450 individuos, llevó al gobierno federal a declarar un evento de mortalidad inusual. Entre las medidas se incluyen un comienzo y final más temprano de la temporada de la pesca de cangrejo de las nieves en el sur del Golfo de San Lorenzo, medidas de cierre temporales o permanentes allí donde sean vistas las ballenas y una limitación de la velocidad para los barcos.

Check Also

El cambio climático está contribuyendo a las muertes de ballena franca del Atlántico Norte

El aumento de las temperaturas del mar debido al cambio climático está suponiendo otro duro …