Ocean Sentry
Algunos hechos y datos sobre Tilikum y otras orcas en cautividad
– Actualmente hay 62 orcas en cautividad en todo el mundo en al menos 14 parques marinos de ocho países – 28 capturadas de su estado salvaje y 34 nacidas en cautividad. Más de la mitad son propiedad de parques marinos de los Estados Unidos.
– La orca macho más grande en cautividad fue Tilikum, con una longitud de 6,7 metros (22 pies) y un peso aproximado de 5 toneladas y media. Tilikum fue capturado en 1983 cerca de Islandia a la temprana edad de dos años, llevado al parque marino Sealand, en Canadá, donde en 1991 mató a una adiestradora. En 1992 fue llevado a SeaWorld de Orlando, Florida, donde en enero de 2010 se vio involucrado en la muerte de otra adiestradora, Dawn Brancheau. Tras el incidente, Tilikum fue aislado la mayor parte del tiempo. Aquejado de una grave infección pulmonar, causa común de muerte en cetáceos en cautividad, su estado de salud empezó a deteriorarse gravemente en marzo de 2016. En enero de 2017, Tilikum moría en su pequeña piscina a la edad de 37 años, muy joven para estos animales que pueden llegar a vivir entre 60 y 70 años los machos y entre 80 y 100 las hembras.
– Como animales tan sociales, el aislamiento es un castigo terrible para las orcas. En estado salvaje, las orcas macho son los “niños de mamá”, a las que no abandonan salvo en raras ocasiones.
– Inmediatamente después de que Tilikum matara a Brancheau, SeaWorld afirmó que Brancheau se había “resbalado, caído y ahogado.” Cuando las críticas a las declaraciones se echaron encima, dijeron que Tilikum la había agarrado por la coleta mientras jugaba con él en el borde de la piscina. En realidad, las pruebas revelan que Tilikum la agarró del brazo, la arrastró y la mantuvo en el fondo de la piscina, donde la destrozó brutalmente.
– ¿Por qué era importante la teoría de la coleta? Primero, porque sugería que la muerte había sido debida a un accidente, que Tilikum se distrajo con su pelo y que por tanto fue un descuido de Brancheau. Segundo, ofrecía a SeaWorld una forma de fingir tener todas las medidas para asegurar que el “accidente” nunca volvería a ocurrir, instruyendo a los adiestradores a no ponerse nunca el pelo de ese modo. Tercero, ayudaba a proteger a SeaWorld de la acusación de “negligencia deliberada” por parte de la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional.
– La vida de las orcas en cautividad es extremadamente estresante. En estado salvaje, viven en grupos sumamente sociales. Su hogar es su manada. Las orcas cautivas sin embargo están recluidas en pequeñas piscinas de cemento acústicamente muertas, obligadas a vivir junto con otras orcas con las que no comparten ningún vínculo familiar ni cultural, ni siquiera el mismo lenguaje o dialecto, pudiendo provocar peleas en un entorno cerrado donde no hay manera de escapar como lo harían en estado salvaje. La agresividad, por tanto, es común en el cautiverio. La orca Kandu V, capturada en Islandia en setiembre de 1977 y cautiva en SeaWorld de San Diego, California, (imagen), murió desangrada en su piscina en agosto de 1989 tras chocar contra otra orca, Corky, en una muestra de dominio. Kandu se fracturó la mandíbula y un fragmento de hueso le cortó una arteria, desangrándola a través de su espiráculo durante 45 minutos mientras moría lentamente ante la audiencia.
En la página web de The Orca Project pueden hallarse más detalles, documentos oficiales de la investigación de la muerte de Brancheau, entrevistas con antiguos adiestradores así como artículos de periódicos y revistas.
