Se trata del Rhinoceros Auklet y al menos fueron hallados muertos 20 ejemplares en las playas de Victoria, Canadá, la semana pasada.
“Es extremadamente inusual encontrar un número tan elevado de aves muertas,” dice el biólogo Don Kramer.
El ave marina, común en el área, se halla normalmente en el agua, sumergiéndose en busca de pequeños peces o krill.
Kramer señala que lo normal sería encontrar un ejemplar muerto en la playa cada cuatro o cinco meses. El pasado jueves, en un solo lugar, ya había encontrado ocho.
“Se trata de la misma especie. Algo tiene que estar pasando y hemos de descubrir qué es,” dice.
Y para ello empieza recogiendo los cuerpos muertos y llevándonos al laboratorio.
En un primer vistazo Kramer dice que las aves parecen estar en buena forma, sin sintomas de inanición y que han muerto hace pocas horas.
Los investigadores dicen que es muy pronto para concluir si se trata del comienzo de un evento de mortandad pero dado que las aves son indicadores de la salud de los océanos, lo que les haya sucedido exactamente a estas aves podría ser el indicio de un problema mucho mayor.