Ocean Sentry
Según informaba ayer el periódico japonés asashi.com, de entre los cuatro delfines muertos uno al menos murió debido un fallo respiratorio. Los otros tres murieron por causas todavía no especificadas. El resto de delfines también podría haber resultado herido.
Los voluntarios Cove Monitors de la organización sin ánimo de lucro Dolphin Project sobre el terreno inspeccionaron los corrales marinos de la bahía Moriura, en Taiji, junto antes de la llegada del tifón. Por el momento, los voluntarios aun no han podido volver a contar el número de delfines para concluir la cifra de muertes. En base a las fotografías tomadas en el Dolphin Base – otra instalación de cautiverio situada dentro de la bahía – todos los delfines cautivos se habrían visto sometidos a las horribles condiciones meteorológicas, incluidos fuertes vientos, lluvias torrenciales y aguas terriblemente turbias, junto con una enorme cantidad de desechos flotantes. A diferencia de sus homólogos silvestres, estos delfines quedaron totalmente a merced de los elementos, sin posibilidad de sumergirse a más profundidad o de alejarse para escapar de la tormenta como habrían hecho en estado silvestre.
Estas diminutas jaulas o corrales están llenas de delfines capturados durante las crueles batidas de años anteriores y se seguirán llenando con los nuevos delfines que se capturen en las batidas de este año. Junto con sus manadas, estos delfines fueron sorprendidos en alta mar y conducidos hacia la cala de Taiji durante alguna de las múltiples batidas que se llevan a cabo año tras año en este pueblo. Salvo ellos, escogidos a dedo por adiestradores procedentes de distintas instalaciones de cautiverio cercanas, todos fueron asesinados para el consumo de su carne al ser considerados no adecuados para su explotación comercial.
“Los delfines son expertos lidiando con el tiempo severo. Estos diminutos corrales marinos, donde se obliga a los delfines a aprender a realizar piruetas para su posterior venta o donde son explotados para programas de nadar con delfines, actúan como una lavadora durante las tormentas. En este caso, los escombros y el agua sucia resultan mortales. Los delfines no tuvieron ninguna posibilidad de escapar, “decía Tim Burns, del Dolphin Project.
A pesar de la tragedia por la que tuvieron que pasar, la actividad en el Museo de la Ballena de Taiji siguió con toda normalidad durante el día.
La organización seguirá intentando comparar los delfines presentes en los corrales con los datos documentados antes del tifón.
La organización expresa sus condolencias a todos aquellos que han sufrido las consecuencias de la tormenta.
