Diez especies de animales marinos que principalmente se hallan frente a la costa Rakhine, en Birmania, corren peligro de extinción, según un nuevo informe del Departamento de Pesca. Entre las especies afectadas se incluyen tiburones, delfines, dugongos, dragones de mar y ballenas que viven cerca de Sittwe, Manaung, Gwa, Kyaukphyu y Thandwe.
El Dr. Maung Maung Kyi, presidente de la Asociación Rakhine para la Conservación Costera y Regional (RCA), dice que los pescadores de la región suelen capturar a su presa mediante el uso de explosivos, cianuro o descargas eléctricas, en detrimento del medio ambiente local y de especies de peces poco comunes.
A menudo en las playas se ven peces muertos amenazados de extinción debido al uso de químicos prohibidos.
La pesca con explosivos o dinamita consiste en hacer detonar explosivos para aturdir o matar cardúmenes de peces para facilitar la captura de grandes cantidades de peces en un corto periodo de tiempo. Con la pesca con cianuro, se rocía o inyecta la substancia venenosa en una área particular del agua; el cianuro no mata a los peces, sino que los aturde el tiempo suficiente como para poder capturarlos con facilidad. La pesca eléctrica supone la descarga de una corriente eléctrica en el agua para aturdir a los peces o matarlos; en Myanmar, los pescadores a menudo dejan caer en el agua baterías de automóviles para generar esa corriente.
En los últimos meses, varios delfines han llegado a las costas, muchos muertos por electrocución. En la vecina Tailandia, un dugongo macho fue hallado muerto el pasado noviembre, supuestamente el último dugongo que quedaba en el Golfo de Tailandia.
Y dado que a los pescadores locales les da igual la magnitud del daño infligido con estos métodos de pesca, a veces los animales a los que no tienen intención de dañar, también resultan heridos o muertos.
A pesar de los esfuerzos locales con multas y penas de cárcel para todo aquel que es sorprendido pescando con estos métodos ilegales, los departamentos respectivos no tienen los barcos ni equipo suficientes para patrullar regularmente las aguas. Además, y tal vez más lamentable, es el hecho de que a la gente no parece importarle mucho el daño que se está haciendo.
El Dr. Nyunt Wai, jefe del Departamento de Pesca del estado de Rakhine, explica: “Hemos hecho anuncios y establecido normativas, pero nadie las cumple. Esparcen veneno, descargan descargas eléctricas en el agua. Tenemos dugongos, tiburones… y enseñamos a la gente a cómo ayudar a preservarlos; les decimos que si capturan a uno deberían devolverlo al agua…. Sin embargo muy pocos son los que quieren escuchar.”