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Yellow Tang. Photo: Wikipedia

Los peces tropicales de Hawai ganan un respiro en los tribunales

Hawai es uno de los mayores proveedores de peces para acuarios del mundo, con una enorme industria que cada año captura y vende casi un millón de peces tropicales de los arrecifes de coral del estado.

Es una industria cruel e insostenible que ha puesto los arrecifes de coral, ya amenazados por la contaminación, el cambio climático y la acidificación del océano, bajo más presión todavía.

La semana pasada, un tribunal del estado dio a las asediadas poblaciones de peces y a los frágiles corales un respiro con la revocación de 131 permisos para la captura de peces de arrecife que juntos habrían permitido la extracción de 250.000 de peces tropicales en un solo año.

Con estos permisos, emitidos por el Departamento de Tierras y Recursos Naturales (DLNR), se podían extraer todos los peces de una misma especie y de un mismo lugar, incluidos corales que ya están sufriendo los estragos del calentamiento del océano y la contaminación.

Actualmente no hay ninguna ley que limite al número de permisos que emite el DLNR, por lo que la política de permisos permitía una captura ilimitada. El DLNR tampoco llevaba evaluaciones de impacto medioambiental (EIA).

El DLNR emitía los permisos de forma automática mediante un proceso de solicitud online, sin exigir a los solicitantes que indicaran qué especies de peces tenían intención de capturar, cuántos y dónde.

Sin embargo, como ya ocurrió con el fallo del año pasado que dictaminó que la extracción de millones de peces de los arrecifes sin un estudio de impacto medioambiental viola la Ley de Protección Ambiental de Hawai, la administración del gobernador David Ige probablemente siga permitiendo que el comercio de peces de acuario siga saqueando los arrecifes, bajo el fuerte lobby de la industria de mascotas.

También hay una importante preocupación por las prácticas comunes usadas. Que los peces y muchos invertebrados, como los cangrejos ermitaños, sienten dolor es un hecho probado. A menudo la industria usa una práctica llamada “fizzing” que consiste en usar una aguja hipodérmica para pinchar la vejiga natatoria del pez (que controla la flotabilidad del animal) y liberar el gas. Otros métodos implican cortar las espinas de determinados peces para impedir que rompan las bolsas donde son metidos durante el transporte o no darles de comer durante un máximo de 10 días para reducir la cantidad de desechos producidos durante el transporte. Muchos peces mueren durante cualquiera de las fases del proceso – a veces hasta el 80 por ciento – y los supervivientes viven vidas muy cortas en los acuarios domésticos.

Hay muy poco apoyo a esta industria por parte de los habitantes de Hawai. Una encuesta reciente reveló que el 83 por ciento cree que el estado debería poner fin a este comercio.

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