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La basura, las aguas residuales y otros factores están afectando a una área natural protegida de Chiapas

Al parecer, una área natural protegida en el sur de Chiapas solo está protegida en papel, pues unos 60 vertederos de basura clandestinos, 57 desagües de efluentes urbanos e industriales, asentamientos humanos ilegales y una fuerte actividad industrial están afectando gravemente las marismas circundantes.

Expertos de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) y el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) han determinado que si las condiciones no cambian en El Cabildo Amatal, su ecosistema y sus lagunas “podrían dejar de ser funcionales en siete años.”

La reserva abarca un área de 3.610 hectáreas y sus manglares forman parte de la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, conocida en forma abreviada como Convenio de Ramsar.

Informes académicos han advertido sobre la insostenibilidad de las actuales prácticas madereras: cerca del 30 por ciento del área de humedales ha sido deforestado y la continuada extracción forestal supera en un 250 por ciento los límites recomendados.

El investigador de Ecosur, Cristian Tovilla, dice que durante la última década se han cedido más de 200 hectáreas a tierras agrícolas.

En el área existen especies de flora y fauna catalogadas en peligro de extinción por la NOM-059-ECOL-2001 y/o citadas en los apéndices I de la CITES como el ocelote (Leopardus pardalis), el tigrillo (Leopardus wiedii), el leoncillo (Herpailurus yagouaroundi), la nutria (Lontra longicaudis), el pejelagarto narigudo (Lepisosteus osseus).

También corren peligro la tortuga golfina (Lepidochelys olivacea), la mazacuata (Boa constrictor), el hormiguero arborícola (Tamandua mexicana), el caimán (Caiman crocodylus fuscus), la madre de sal (Avicennia germinans) y el botoncillo (Conocarpus erectus), mientras que el jaguar y el tapir ya han desaparecido.

La deforestación ha puesto en peligro a cuatro especies de mangles de la reserva: el mangle rojo (Rhizophora mangle), el mangle blanco (Laguncularia racemosa), el mangle negro (Avicennia germinans) y el mangle botón (Conocarpus erectus).

Los efectos más amplios de un humedal debilitado puede verse también costa afuera. Los expertos dicen que la producción de camarón ha disminuido de 110 toneladas al año a menos de la mitad en solo 15 años.

Vicente Castro, de Unach, señala que la actividad en el área industrial cerca del puerto de Chiapas también ha contaminado y dañado el área natural protegida.

Castro recuerda que durante los últimos siete años se han registrado dos casos de mortandades masivas de peces en las proximidades del complejo industrial.

Tovilla y Castro han presentado varias denuncias ante la agencia federal de protección ambiental Profepa en relación a la situación de El Cabildo Amatal, pero todavía no se han emitido sanciones.

Es más, añade Castro, las omisiones por parte de los tres niveles de gobierno solo sirven para agravar la ya preocupante situación, porque para recuperar el área es necesario implementar programas de rescate.

Su sistema lagunar también corre peligro debido a la escorrentía que ha estado provocando la acumulación de sedimentos en los lechos. Durante la temporada seca, hasta la mitad de las lagunas se secan completamente.

“El sistema lagunar morirá, desbordado por los sedimentos; perderemos los recursos hídricos, perderemos los recursos pesqueros y todo esto tendrá efectos en la economía local,” advierte Castro.

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