Ocean Sentry
Un grupo de buzos durante una inmersión en Pulau Bidong en Malasia la semana pasada presenció una devastadora imagen – el cuerpo sin vida de una tortuga de Carey amenazada de extinción atado a una roca.
“Una de sus patas traseras estaba atada a una roca. Nuestro instructor cortó el cabo para liberarla,” decía la estudiante Kong Mei Shuet de la Universidad Malaya Terengganu (UMT).
Según Kong, alguien tuvo que atar la tortuga a la roca.
“El nudo estaba perfectamente atado a una roca y a la parte superior de la aleta. Es imposible que la pata de un tortuga quede enganchada a esa altura,” dice.
Las tortugas son reptiles que respiran aire y necesitan salir ocasionalmente a la superficie para respirar.
“El cuerpo de la tortuga flotó a la superficie nada más ser liberado de la roca. Antes de alejarse flotando, la honramos acompañándola en su último nado. No queremos enterrarla en tierra porque el hábitat natural de las tortugas es el océano,” decía la estudiante de biología marina.
Expresó su tristeza por el trato que recibió esta especie poco común y vulnerable.
Kong también dijo que ahora más que nunca está más motivada por proteger el océano.
