Ocean Sentry
La organización Whale Sanctuary Project está organizando a un equipo de expertos y a otras ONG para visitar la bahía Srednyaya en la región de Primorsky, en el extremo oriental de la costa de Rusia, para evaluar el estado de salud de las orcas y belugas encerradas en la que ya se conoce como la “cárcel de ballenas”.
Jean-Michel Cousteau, oceanógrafo y asesor especial de la organización, ha sido invitado por el gobernador de la región para que visite las infames instalaciones donde languidecen 10 orcas y 87 belugas.
El equipo tiene previsto viajar a la bahía tan pronto como reciba la aprobación del gobierno federal.
La misión será evaluar la salud de los cetáceos y asesorar a las autoridades rusas sobre un plan para rehabilitarlos y ayudar a preparar el regreso de los mamíferos al mar.
Simultáneamente, miembros de la junta directiva y asesora de la organización, incluidos Naomi Rose, Ingrid Visser, Don Baur, Heather Rally, Jeff Foster, Katy Foster y Lori Marino, han participado en una carta que presenta la prueba científica contra el cautiverio de estos animales. En la carta se incluyen varios datos científicos que se presentarán a las autoridades rusas.
Los mamíferos fueron capturados en el mar de Ojotsk, al este de Rusia, por un grupo de compañías que pretendían venderlas a parques marinos de China. Esta industria puede llegar a pagar hasta 6 millones de dólares por una sola orca.
En enero, Cousteau, Charles Vinick, David Phillips de la organización Earth Island Institute y Roger Payne de Ocean Alliance enviaron una carta al presidente Putin elogiando al gobierno ruso por prohibir la venta de estos mamíferos a China y ofreciendo ayuda en el proceso de liberación.
Personalidades conocidas se han unido también para salvar a los mamíferos. En febrero, el actor Leonardo DiCaprio escribió una carta al presidente Putin, con quien ha trabajado en otros proyectos de fauna silvestre. Y en la red social Twitter, DiCaprio pidió a sus seguidores que se unieran a él para pronunciarse contra la captura inhumana de orcas y belugas en Rusia firmando una petición en change.org. La petición ha conseguido hasta el momento más de un millón de firmas.
El 1 de marzo, Dmitry Peskov, un portavoz del Kremlin, dijo que Putin había “dado la orden correspondiente” y que esperaba que “el problema que rodea a las orcas se resuelva en breve y sean liberadas.”
En respuesta a la noticia y la invitación pública de Oleg Nikolayevich, gobernador de la región de Primorsky, Cousteau le envió una carta personal ofreciendo ayuda.
“Esperamos que nuestra experiencia pueda ayudar al gobierno ruso y a la comunidad internacional a desarrollar e implementar un plan para los cetáceos de la bahía,” rezaba la misiva. “Creo firmemente que lo mejor para las orcas y las belugas es que sean rehabilitadas y devueltas al mar, y no la vida en cautividad en una piscina. Mi equipo y yo estamos preparados para ayudar a las autoridades rusas para que esto sea una realidad.”
La salud de las mamíferos ha estado deteriorándose día tras día. Tres belugas y una orca han desaparecido de las instalaciones, lo que hace sospechar su muerte.
La mayoría de las orcas son jóvenes, de manera que necesitarán ser liberadas en aguas donde haya miembros adultos y el abastecimiento de alimento sea abundante.
Además de evaluar su salud, se desarrollará un programa para transportar y liberar a los cetáceos. Con 10 orcas y 86 belugas en estos corrales, cada paso en el proceso debe ser planificado e implementado meticulasamente.
