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El azote del huracán Irma en la provincia cubana de Sancti Spíritus también ha dejado a su paso graves daños ambientales en la biodiversidad de importantes lugares protegidos de su territorio, señalan los expertos.
En áreas para la preservación de biodiversidad natural en Cuba, como el Parque Nacional de Caguanes, localizado al norte de la provincia, la reserva ecológica de Lomas de Banao y el área protegida de Topes de Collante en el sur, se han informado daños severos en su flora y fauna tras el fenómeno.
Según expertos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), el daño más importante ocurrió en la zona costera del norte, donde se vieron afectadas poblaciones de aves, peces y más de 3.800 hectáreas de manglares localizados en Caguanes.
Es una de las mayores poblaciones de manglares del país dada su distancia de cualquier vertido industrial. Debido a su localización costera, los científicos estiman que en torno a un 60 por ciento ha sufrido daños, explica Leonel Díaz, delegado del CITMA en la provincia.
El impacto del mar, el viento y la lluvia también han matado a más de 500 flamencos silvestres y unas 3 toneladas de peces en ese parque nacional, localizado en la costa noroeste del municipio de Yaguajay, a 350 kilómetros al este de la Havana.
Además, se han visto afectadas áreas boscosas de Banao, Sancti Spíritus y Topes de Collante en Trinidad, lugares privilegiados para el sector turístico debido a sus senderos naturales protegidos por la vegetación de importantes especies cubanas.
Según Díaz, los bosques han sufrido el devastador efecto de los vientos huracanados, que han causado la pérdida de hojas que ahora está imposibilitando la fotosíntesis y por tanto la regeneración natural de las plantas.
Expertos del CITMA calculan millones de dólares en pérdidas en daños medioambientales.
