Ocean Sentry
Se cree que el buque cisterna Sanchi, que se hundió en llamas frente a la costa este de China, está derramando fuel oil pesado (tipo búnker), lo que hace temer un desastre medioambiental.
Expertos han advertido de la posibilidad de un daño “irreversible” en la vida marina después de que el petrolero se hundiera el sábado, dejando una mancha de crudo del tamaño de París.
El Sanchi estuvo ardiendo durante ocho días tras colisionar con un carguero en el Mar de China Oriental a unos 260 kilómetros al este de Shangái, uno de los peores desastres en décadas.
En el momento de la colisión, el Sanchi transportaba 136.000 toneladas – casi un millón de barriles- de condensado, un tipo ultraligero de combustible, muy distinto al crudo oscuro que se suele asociar a una marea negra. El condensado es altamente tóxico y difícil de detectar, contener y limpiar dado que es parcialmente soluble en agua, lo que lo convierte en un veneno casi imposible de rastrear.
La Administración Estatal Oceánica (AOE) china ha informado que el miércoles se observaron cinco manchas en un área total de 101 km cuadrados.
Los expertos dicen que la magnitud del daño medioambiental no estará clara hasta que se conozca el volumen de condensado derramado, pero advierten que la pesca y la vida marina podrían verse afectadas durante años. Parte del combustible ardió y otra probablemente se evaporó, pero cualquier vertido todavía a bordo cuando el petrolero se hundió acabará derramándose con el tiempo y será difícil de contener.
El combustible bunker es particularmente peligroso para las aves y otra vida marina y podría resultar mortal para ballenas, delfines y marsopas. También podría provocar estragos en los sitios de desove de los peces locales.
El área del hundimiento es también una ruta migratoria para varios mamíferos marinos como la yubarta y la ballena gris.
El derrame es el mayor desde el desastre de Deewater Horizon en 2010.
