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Confirmadas 17 ballenas del Atlántico Norte muertas en lo que va de año

Los científicos han confirmado que el cuerpo en avanzado estado de descomposición que llegó a la costa de Massachusetts el 27 de noviembre eleva a 17 el número de muertes ocurridas durante este año para esta especie amenazada de extinción. 

El 27 de noviembre aparecieron los restos de una ballena del Atlántico Norte en un playa de Nantucket, una isla frente a Cape Cod, al noreste de Estados Unidos.

Al principio los investigadores dudaron si sumar el animal al número de muertes registradas este año por temor a que se tratara de la misma que vieron flotando en agosto. Finalmente han decidido que esta ballena es la 17ª. 

“Y creedme, nadie estaría más emocionado de poder confirmar que no es la 17ª y que es la misma que se vio en agosto,” decía Heather Pettis, científica asociada en el Centro Anderson Cabot para la Vida Marina del Acuario de Nueva Inglaterra en Boston.

“Me encantaría estar equivocada.”

Se usarán pruebas genéticas para determinar con certeza si la clasificación es correcta, pero los resultados podrían tardar meses.

El cuerpo hallado en Nantucket se encontraba en un estado que los científicos denominan “desinflado” porque los órganos internos de una ballena se descomponen a un ritmo más rápido que su grasa exterior.

La masa de materia orgánica fue identificada como de pertenecer a una ballena del Atlántico Norte por sus aletas distintivas, que se descomponen a un ritmo más lento que el resto del cuerpo, decía Marianna Hagbloom, asistenta científica en el Centro Anderson Cabot.

“Tratamos de ser lo más cautelosos posible cuando decimos que se ha identificado otro nuevo cuerpo,” dice. “No lo decimos a la ligera.” 

Este año ha muerto un 4 por ciento de la población de ballena del Atlántico Norte, una pérdida enorme para una especie con menos de 450 individuos.

Los investigadores dicen que puede que nunca se sepa cómo murió la 17ª ballena, pero algunas de las otras ballenas halladas muertas este año fueron golpeadas por barcos o quedaron enredadas en artes de pesca.

Se han tenido en cuenta varios factores antes de añadir la ballena a la lista de ballenas muertas, incluida la identificación de rasgos físicos que no se vieron en el cuerpo sin vida observado en agosto.

“Había algunas hendiduras que sugieren cicatrices de algún tipo,” dice Pettis. “Las cicatrices son una de las cosas de entre muchas que usamos para identificar a los individuos.”

También se realizó un análisis en el mar donde fue descubierta la ballena hallada muerta en agosto para prever dónde vararía finalmente su cuerpo. Aunque es posible que hubiera ido a la deriva hasta Nantucket, los análisis sugieren otra cosa, dice Pettis.

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