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La flota japonesa regresa a puerto tras cazar 333 ballenas en el océano Austral

Los buques balleneros llegaron al puerto de Shimonoseki el pasado domingo tras cazar 333 ballenas en aguas del océano Austral. Es su última caza en aguas antárticas bajo el pretexto de “investigación científica” – una caza comercial encubierta – antes de que reanude la caza comercial en sus aguas territoriales y zona económica exclusiva a partir de julio.

La flota de cinco buques encabezada por el buque factoria Nisshin Maru salió del país hacia el hemisferio sur en noviembre.

De las 333 ballenas masacradas, 186 eran machos y 147 eran hembras. Solo el 50 por ciento de las hembras eran adultas. Las ballenas fueron cazadas entre el 18 de diciembre de 2018 y el 17 de febrero de 2019.

Japón suspendió la caza comercial de acuerdo con una moratoria adoptada por la CBI en 1982, pero ha seguido cazando ballenas bajo el pretexto de “investigación científica” desde 1987 y la carne de las ballenas entrando en el mercado.

El pasado 26 de diciembre el gobierno de Japón anunció su retirada de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) tras no recibir el apoyo a su propuesta de reanundar la caza comercial durante la reunión de la CBI en septiembre. Japón anunció además el cese de la caza de ballenas en el océano Austral y que esta sería su última temporada de caza en la Antártida. Sin embargo, Japón seguirá cazando ballenas con fines comerciales en sus aguas costeras y zona económica exclusiva, uniéndose a Noruega e Islandia como naciones balleneras en el Pacífico Norte y Atlántico Norte.

La salida de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) del país nipón será efectiva a partir del 30 de junio y la caza comercial en sus aguas está prevista que empiece el próximo julio.

Se barajan varias hipótesis sobre la retirada del país de su presencia en aguas antárticas, entre ellas el hecho de que el Nisshin Maru, construido en 1987 y convertido en ballenero en 1991, es demasiado viejo y lento para llevar a cabo operaciones en las hostiles y remotas aguas de la Antártida y que su caza en aguas territoriales podría ser algo temporal. El gobierno japonés, según medios locales, está estudiando reemplazar el viejo buque factoría por uno nuevo con un presupuesto estimado de 900.000 dólares.

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